martes, 21 de febrero de 2012

Linux, sosteniendo la filosofía del software libre.


Cuando se trata de sistemas operativos lo primero que se nos viene a la cabeza son los  destacados líderes Windows y Macintosh, a los cuales se ha hecho referencia en entradas anteriores. Sin embargo va más allá de estas dos grandes empresas, a su vez presume de una destacada importancia el sistema operativo Linux.
Este último fue creado por Linus Torvalds en 1991 cuando empezó a trabajar en un reemplazo no comercial para MINIX* que más adelante acabaría siendo Linux.
Lo especial de este sistema reside en su principal característica, es un software libre. ¿Qué quiere decir esto? Principalmente que respeta la libertad de los usuarios sobre el producto que han adquirido, permitiéndoles  usarlo, copiarlo, estudiarlo, modificarlo y redistribuirlo con una libertad plena. Otro dato de interés es que viene acompañado de un código fuente que debe estar siempre accesible. A este se le aplica la filosofía de software libre descrito anteriormente, por lo tanto cualquier usuario puede adaptar el código a sus necesidades, así como detectar y eliminar fallos.
No solo se distribuye bajo la licencia de GNU, sino que este sistema está formado por el núcleo y numeroso software producido por el proyecto GNU*, de aquí surge su común denominación GNU/Linux.
Cierto es que en numerosas ocasiones las personas disponen de escasa información de este sistema operativo, sin embargo ¿significa esto que su éxito no vaya en aumento? Para el asombro de muchos la notoriedad de Linux es superior a lo esperado. En primer lugar destaco que grandes empresas informáticas invierten millones su desarrollo. Entre estas encontramos compañías tales como IBM*, Hewlett-Packard, Intel y Computer Associates.
Otro uso muy explotado de Linux es aquel relacionado con las supercomputadoras, que son aquellas que poseen capacidades de cálculo muy superiores a las comunes para la misma época de fabricación. En noviembre de 2009 el uso de este sistema ascendió al 89,2% por las ventajas que brindaba tales como su confiabilidad, seguridad y libertad para modificar el código.
Por si no fuera poco este sistema presume de una admirable importancia en el terreno de los smartphones, ya que Android y MeeGo* lo emplean. Android resulta ser el sistema operativo más utilizado en los smartphones, dejando atrás al iOS de Apple en cuanto a la cuota de mercado. Desde mi punto de vista este es uno de los datos más llamativos, dado que aunque Linux en si no este “en boca de todos” esta aplicación que lo utiliza (Android) es muy popular actualmente.
Debo añadir que por lo que parece este no es el límite de Linux, sus perspectivas de futuro son principalmente positivas. Cuenta con una serie de administraciones públicas que han mostrado su apoyo al software libre, mientras que a su vez está dando cada vez un mejor soporte de hardware con la oferta de un sistema amistoso y fácil de instalar. Por último el factor más curioso reside en que próximamente surgirá la apuesta de países orientales, de la talla de China y Japón, por la creación de un sistema operativo propio basado en Linux.
En mi opinión no cabe ninguna duda de que Linux esta empezando a  ganar terreno por su flexibilidad, calidad y versatilidad, y no se detiene en la búsqueda de soluciones para superar sus obstáculos.
 
Vocabulario:

*MINIX: “MINIX es un clon del sistema operativo Unix distribuido junto con su código fuente y desarrollado por el profesor Andrew S. Tanenbaum en 1987.”
* Proyecto GNU: “El proyecto GNU fue iniciado por Richard Stallman con el objetivo de crear un sistema operativo completamente libre: el sistema GNU.”
*MeeGo: “MeeGo es la unión de los sistemas operativos Maemo y Moblin, con el que Intel y Nokia pretendían competir con el sistema Android de Google.”
*IBM: “International Business Machines (IBM) es una empresa multinacional estadounidense de tecnología y consultoría con sede en Armonk, Nueva York. IBM fabrica y comercializa hardware y software para computadoras, y ofrece servicios de infraestructura, alojamiento de Internet, y consultoría en una amplia gama de áreas relacionadas con la informática, desde computadoras centrales hasta nanotecnología.”

Christiane Gilmour Okroj Drummond.

martes, 14 de febrero de 2012

Microsoft, la máquina de hacer dinero

Cuando le preguntamos a un niño: " ¿tú qué quieres ser de mayor?" es probable que te conteste futbolista, cantante o astronauta. Sin embargo, Bill Gates tuvo claro que sería informático.
Desde muy pronto, le llamaron la atención los ordenadores. Sin embargo, este pequeño "monstruo" de la informática, nunca imaginó que acabaría ocupando el segundo puesto en la lista de los más ricos del mundo,según Forbes.
Tras empezar su carrera en Harvard  abandonó sus estudios para dedicarse por completo a los ordenadores.
En su primer año de carrera fundaba junto a Paul Allen la empresa de software que le llevaría a los más alto de su carrera, Microsoft.
Fue de los primeros en trabajar en el ámbito de los ordenadores personales y diseñó programas como MS-DOS,Windows,Office y Explorer, entre otros.
Hasta 1997 Microsoft y Apple, la empresa fundada por Steve Jobs, fueron competidores directos.Sin embargo, en ése año firmaron un acuerdo por el que Microsoft tenía acceso a la tecnología de entorno gráfico y ratón, lo que le permitió crear Microsoft Windows. Hoy, Bill Gates es propietario de una gran parte de las acciones de Apple.

La empresa que ha aumentado el tamaño de su bolsillo, también le ha traído algunos problemas con la justicia. Tras lanzar al mercado Windows98, que incluía una conexión a internet, tuvo que enfrentarse a sucesivos juicios acusado de llevar a cabo prácticas monopolísticas. Unos años después, el juez dictaminó que Microsoft era un monopolio perjudicial para los avances tecnológicos y para los usuarios.

Este estadounidense abandonó la presidencia de la empresa en el 2000.  Ahora se dedica a la investigación y al desarrollo de programas sociales que lleva a cabo en la Fundación creada por su esposa y por él. La labor de su fundación ha sido reconocida con varios premios, entre ellos recibió un Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

Sara Martos

viernes, 10 de febrero de 2012

Apple, la clave del éxito.


Han pasado casi cuatro meses de la muerte de Steve Jobs, cabeza visible de la empresa, y creo que no soy la única en preguntarse; ¿Y ahora qué? A pesar de ser una compañía consolidada, Apple tiene mucho que agradecerle a su fundador, sin olvidarnos de Wozniak, y es que nunca antes una marca ha estado tan ligada a un personaje.
El éxito de Apple ha sido abarcado desde distintas perspectivas. Algunos creen que la gran estrategia de la marca fue desde el principio asumir riesgos y tener ambición, sin duda esto debe ser tenido en cuenta, ya que, a pesar de tener una gama muy limitada de productos han conseguido que la gran mayoría sean referentes en el mundo de la tecnología, en palabras de Greg Joswiak, vicepresidente de marketing: "si la compañía no puede entrar a un mercado para ser la mejor en él, no entrará". Otros hacen referencia a la personalidad y estilo de la marca, basados en la simplicidad, es verdad, Apple se caracteriza por estudiar las necesidades de los usuarios y buscar soluciones, haciendo gala de un constante inconformismo y afán de innovación. Pero tras leer la biografía de Steve Jobs, la cual recomiendo, he llegado a mis propias conclusiones acerca del éxito de Apple. En mi opinión todo el éxito se basa en la filosofía de la empresa, que surge de la fusión entre la contracultura y la tecnología. Apple ha seguido un ideal a lo largo de toda su historia, el de poner todas sus herramientas y sus avances al servicio de las personas, de los usuarios, situandolos siempre como fin de sus creaciones y no como medio económico.  No quiero decir con esto que no haya buscado ser rentable, ese es el primer requisito para crecer, pero anteponiendo a eso otras prioridades. Desde mi punto de vista el gran acierto de Apple está en cambiar el planteamiento empresarial  y buscar ante todo soluciones creativas que no solo dejen satisfecho al usuario sino que le mejoren la vida.


Cristina Guzmán Hurtado


jueves, 2 de febrero de 2012

El cierre de Megaupload

La pasada semana, el famoso portal de descargas llamado Megaupload fue cerrado y sus miles de usuarios montaron en cólera en la red, ya no podrían subir ni ver archivos (series y películas) gratuitamente desde sus ordenadores... ¡el fin!
Ahora bien, ¿tienen, o mejor dicho, tenemos (no nos excluímos de este colectivo visionario de series gratis en internet), derecho a recriminar este cierre? Muy a nuestro pesar, debemos decir que decir que no.
Cuando portales como Megaupload, que nos permitian ver practicamente todas las series y películas que nos podíamos imaginar sin pagar ni un centavo por ello, aparecieron, todo el mundo, hablando llanamente, alucinó. "¡¿Qué podemos ver la película que estrenan este viernes gratis en Internet?!" o "¿esta serie que aun ni se ha estrenado en España está en Megavideo?",eran frases habituales cuando nos explicaban en que consistía este portal, nos parecía algo increible, que antes jamás hubieramos concebido. Pasarón los años, y con ellos nos fuimos acostumbrando a este "chollo", se nos convirtió en algo cotidiano, incluso imprescindible para algunos. Hasta ahora. Enero de 2012, el FBI ordena cerrar Megaupload. Ya está, se acabarón nuestra tardes y noches viendo películas y series tirados en la cama con nuestro ordenador...¡oh no! "¿Cómo nos lo pueden quitar? ¡No hay derecho!" Ahí esta el error... sí hay derecho, por mucho que nos moleste, el derecho de los creadores, actores, productores y demás implicados tanto en series como en películas, tienen su derecho a obtener una remuneración por su trabajo, igual que en cualquiere otro empleo. De la misma forma que una empleada del hogar, abogado, médico o profesor no les gustaría que su trabajo no estuviera valorado, que no se pagara por él y que incluso la gente se creyera con legitimidad de acceder a él sin dar nada a acambio, a los integrantes de la industria cinematográfica tampoco les gusta.
Ésta es una modesta opinión, pero suponemos y acatamos las críticas que podamos recibir por este post y, es más, agradeceremos comentarios con otras opiniones y puntos de vista para crear un rico debate.
Paula Baena Velasco