Cuando se trata de sistemas operativos lo primero que se nos
viene a la cabeza son los destacados líderes
Windows y Macintosh, a los cuales se ha hecho referencia en entradas
anteriores. Sin embargo va más allá de estas dos grandes empresas, a su vez presume
de una destacada importancia el sistema operativo Linux.
Este último fue creado por Linus Torvalds en 1991 cuando empezó
a trabajar en un reemplazo no comercial para MINIX* que más adelante
acabaría siendo Linux.
Lo especial de este sistema reside en su principal
característica, es un software libre. ¿Qué quiere decir esto? Principalmente
que respeta la libertad de los usuarios sobre el producto que han adquirido,
permitiéndoles usarlo, copiarlo,
estudiarlo, modificarlo y redistribuirlo con una libertad plena. Otro dato de
interés es que viene acompañado de un código fuente que debe estar siempre
accesible. A este se le aplica la filosofía de software libre descrito
anteriormente, por lo tanto cualquier usuario puede adaptar el código a sus
necesidades, así como detectar y eliminar fallos.
No solo se distribuye bajo la licencia de GNU, sino que este
sistema está formado por el núcleo y numeroso software producido por el
proyecto GNU*, de aquí surge su común denominación GNU/Linux.
Cierto es que en numerosas ocasiones las personas disponen
de escasa información de este sistema operativo, sin embargo ¿significa esto
que su éxito no vaya en aumento? Para el asombro de muchos la notoriedad de
Linux es superior a lo esperado. En primer lugar destaco que grandes empresas
informáticas invierten millones su desarrollo. Entre estas encontramos
compañías tales como IBM*, Hewlett-Packard, Intel y Computer Associates.
Otro uso muy explotado de Linux es aquel relacionado con las
supercomputadoras, que son aquellas que poseen capacidades de cálculo muy
superiores a las comunes para la misma época de fabricación. En noviembre
de 2009 el uso de este sistema ascendió al 89,2% por las ventajas que brindaba
tales como su confiabilidad, seguridad y libertad para modificar el código.
Por si no fuera poco este sistema presume de una admirable
importancia en el terreno de los smartphones, ya que Android y MeeGo* lo
emplean. Android resulta ser el sistema operativo más utilizado en los
smartphones, dejando atrás al iOS de Apple en cuanto a la cuota de mercado.
Desde mi punto de vista este es uno de los datos más llamativos, dado que aunque
Linux en si no este “en boca de todos” esta aplicación que lo utiliza (Android)
es muy popular actualmente.
Debo añadir que por lo que parece este no es el límite de
Linux, sus perspectivas de futuro son principalmente positivas. Cuenta con una
serie de administraciones públicas que han mostrado su apoyo al software libre,
mientras que a su vez está dando cada vez un mejor soporte de hardware con la
oferta de un sistema amistoso y fácil de instalar. Por último el factor más
curioso reside en que próximamente surgirá la apuesta de países orientales, de
la talla de China y Japón, por la creación de un sistema operativo propio
basado en Linux.
En mi opinión no cabe ninguna duda de que Linux esta
empezando a ganar terreno por su
flexibilidad, calidad y versatilidad, y no se detiene en la búsqueda de soluciones para superar sus obstáculos.
Vocabulario:
*MINIX: “MINIX es un clon del sistema operativo Unix distribuido
junto con su código fuente y desarrollado por el profesor Andrew
S. Tanenbaum en 1987.”
* Proyecto GNU: “El proyecto GNU fue iniciado por Richard
Stallman con el objetivo de crear un sistema operativo completamente libre:
el sistema GNU.”
*MeeGo: “MeeGo es la unión de los sistemas
operativos Maemo y Moblin, con el que Intel y Nokia pretendían
competir con el sistema Android de Google.”
*IBM: “International Business Machines (IBM) es una empresa multinacional estadounidense de tecnología y consultoría con
sede en Armonk, Nueva York. IBM fabrica y comercializa hardware y software para computadoras,
y ofrece servicios de infraestructura, alojamiento de Internet,
y consultoría en una amplia gama de áreas relacionadas con la informática,
desde computadoras centrales hasta nanotecnología.”
Christiane Gilmour Okroj Drummond.